'Documentos TV' estrena este lunes 'Mafia, la traición de las mujeres', un reportaje que muestra el testimonio de mujeres pertenecientes a las familias de la mafia calabresa, que rompen la ley del silencio y denuncian a la organización.
La Ndrangheta es una de las mafias más discretas del mundo, pero tiene prácticamente el monopolio de entrada de cocaína en Europa. En Calabria no se perdona la traición y se asesina brutalmente a quienes se atreven a hablar.
“Yo conocía los lugares donde mi padre escondía cosas, pero no lo diría nunca, aunque me torturaran a muerte. Cuando mi padre cometía un asesinato, yo sabía cuándo y cómo lo había hecho”, explica Laura, una mujer perteneciente a una de las familias mafiosas, que se oculta con un pañuelo. Reconoce que a los diez años ya se dio cuenta de lo que pasaba en su casa y se acostumbró a convivir con las armas y las drogas.
Lea Garofalo corrió peor suerte. Con sólo 35 años fue asesinada por su expareja, integrante de la Ndrangheta, por haberse atrevido a denunciar a los suyos para dar a su hija una vida mejor, lejos de la violencia de los clanes mafiosos. En la mafia calabresa impera la ley del silencio. Los que hablan, los traidores, son eliminados.
“Es un fracaso de la justicia. Una persona busca la protección del Estado y la única respuesta que obtiene es empujarla de nuevo a brazos de su verdugo”, lamenta Giuseppe Gennari, juez de Instrucción del Tribunal de Milán.
A pesar de esa terrible realidad, algunas mujeres de familias mafiosas han decidido levantarse contra la Ndrangheta y, arriesgando sus vidas, han dicho no a una de las organizaciones criminales más poderosas del mundo, integrada por cientos de familias y basada en estrictos vínculos de sangre.
Giusi Pesce fue detenida con su familia en una redada masiva. Tras dos intentos de suicidio en la cárcel, decidió colaborar con la policía y facilitó el organigrama del clan de los Pesce con el papel de cada miembro de la familia. Ahora vive con sus hijos, escondidos y protegidos por el Estado, pero celebra haber sacado a los chicos de la organización. “Mi hijo ya estaba programado como los demás. Él también habría tenido un futuro mafioso, a los 18 años le habrían ofrecido una pistola”.
Mientras tanto, la mafia calabresa continúa pasando de padres a hijos el negocio junto con los códigos de conducta y honor.
- Lunes 19 de enero, a las 00.30 horas en La 2
